¿Se echa a perder la harina?

Muchos factores influyen en la vida útil de la harina o en el tiempo que dura antes de comenzar a echarse a perder.

La mayoría de las harinas se mantienen frescas de 3 a 8 meses a temperatura ambiente, generalmente mucho después de su fecha de vencimiento. Sin embargo, la vida útil específica depende del tipo de harina, sus ingredientes y cómo la almacena (1).

Tipos de harina

La harina a menudo se clasifica por su nivel de procesamiento, lo que afecta su vida útil. El ingrediente de origen, como el trigo o el arrurruz, también tiene un impacto.

Por ejemplo, la harina blanca para todo uso generalmente se mantiene fresca por más tiempo que la harina de trigo integral debido a la forma en que se procesa.

La harina blanca es altamente refinada, lo que significa que al grano se le quita el salvado y el germen, dejando solo el endospermo almidonado. Por el contrario, la harina de trigo integral contiene las tres partes del grano: el salvado, el germen y el endospermo.

El salvado y el germen son ricos en aceites, lo que hace que los productos de trigo integral sean más vulnerables al deterioro. Esto ocurre cuando las grasas se deterioran al exponerse a la luz, la humedad o el aire, lo que generalmente causa un sabor y olor indeseables (2, 3).

Debido a que las alternativas sin gluten como la harina de almendras o de coco a menudo tienen un alto contenido de aceite, también pueden ser más propensas a enranciarse que la harina blanca.

Además, la harina para todo uso sin gluten, que generalmente combina varias harinas a base de nueces o raíces, puede ser más vulnerable al moho debido a su alto contenido de humedad (4).

Métodos de almacenamiento

Además, la vida útil de la harina depende de cómo la almacene.

Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la harina se considera estable en almacenamiento. Esto significa que se puede almacenar de forma segura a temperatura ambiente (5).

Sin embargo, debe conservarse en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco para preservar su frescura. Refrigerarlo o congelarlo puede aumentar aún más su vida útil (6).

Por ejemplo, la harina para todo uso dura de 6 a 8 meses en el estante, pero hasta 1 año si se refrigera y 2 años si se congela (7).

Si guarda su harina en el frigorífico, asegúrese de mantenerla alejada de la humedad y el agua para evitar el moho. La mejor forma de hacerlo es sellándolo en un recipiente hermético, como una bolsa de plástico o un recipiente para alimentos (8).

Tenga en cuenta que debe dejar que la harina refrigerada o congelada alcance la temperatura ambiente antes de usarla. Esto evitará la formación de grumos.

resumen

La vida útil de la harina depende tanto del tipo de harina como de las técnicas de almacenamiento que utilice. La harina blanca dura más que el trigo integral y las variedades alternativas debido a su menor contenido de grasa.

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