Introducción: La equimosis periorbitaria (EP) es causada por el seguimiento de la sangre a lo largo del tejido llanura en los tejidos periorbitarios, causando decoloración en los párpados superior e inferior. Esta característica clínica se asocia más comúnmente con las fracturas basales del cráneo. Nuestro objetivo es presentar la primera serie de pacientes que describen las características clínicas asociadas con la EP inducida traumáticamente.
Métodos: los autores revisaron retrospectivamente 36 casos consecutivos de pacientes que acudieron al departamento de emergencias con EP durante un período de tres años en el St. Michaels Hospital en Toronto. Los datos se obtuvieron utilizando una plantilla de adquisición de datos estandarizada .
Resultados: Todos los pacientes acudieron al servicio de urgencias con EP. La edad media en nuestra serie fue de 39 años (rango 19-88 años), 31 pacientes eran varones. La EP se asoció con una variedad de lesiones incluyendo: 15 fracturas de cráneo basal, 9 lesiones de tejidos blandos sin fracturas, 8 fracturas de convexidad y 3 fracturas faciales. Los otros signos clásicos de fractura de cráneo basal (signo de Battle, hemotímpano, otorrea de líquido cefalorraquídeo, rinorrea de líquido cefalorraquídeo) se observaron en 3, 7, 1 y 3 pacientes con EP, respectivamente. La característica clínica más común asociada con la EP fue la lesión del nervio craneal, observada en 10 pacientes. Se requirió intervención quirúrgica en 8 pacientes. Cinco pacientes fueron dados de alta a un centro de rehabilitación. No se observaron meningitis, abscesos cerebrales, encefalitis ni muertes.
Conclusión: la equimosis periorbitaria es un signo clínico útil que debe alertar al médico para evaluar si hay fracturas de cráneo, hemorragia intracraneal y lesión de los pares craneales. Sin embargo, esta serie muestra que la EP puede asociarse con una variedad de características clínicas, rara vez se acompaña de otros signos clásicos de fractura basal de cráneo y la mayoría de los pacientes con EP no tienen lesiones lo suficientemente graves como para requerir una intervención quirúrgica o rehabilitación posterior al alta.