El Imperio Maurya, que se formó alrededor del 321 a. C. y terminó en 185 a.E.C., fue el primer imperio panindio, un imperio que cubrió la mayor parte de la región india. Se extendió por el centro y norte de la India, así como por partes del Irán actual.
El primer líder del Imperio Maurya, Chandragupta Maurya, comenzó a consolidar la tierra cuando el poder de Alejandro Magno comenzó a menguar. La muerte de Alejandro en 323 a.E.C. dejó un gran vacío de poder, y Chandragupta se aprovechó, reuniendo un ejército y derrocando el poder de Nanda en Magadha, en la actual India oriental, marcando el inicio del Imperio Maurya. Después de coronarse rey, Chandragupta tomó tierras adicionales por la fuerza y formando alianzas.
El primer ministro de Chandragupta, Kautilya, a veces llamado Chanakya, asesoró a Chandragupta y contribuyó al legado del imperio. Además de ser un estratega político, Kautilya también es conocido por escribir el Arthashastra, un tratado sobre liderazgo y gobierno. El Arthashastra describe cómo un estado debe organizar su economía y mantener el poder. El gobierno de Chandragupta se parecía mucho al gobierno descrito en Arthashastra. Un aspecto notable de Arthashastra fue su enfoque en los espías. Kautilya recomendó al rey tener grandes redes de informantes para trabajar como una fuerza de vigilancia para el gobernante. El enfoque en el engaño revela una visión pragmática y casi cínica de la naturaleza humana.
Bindusara, el hijo de Chandragupta, asumió el trono alrededor del 300 a. C. Mantuvo el imperio funcionando sin problemas mientras conservaba sus tierras. El hijo de Bindusara, Ashoka, fue el tercer líder del Imperio Mauryam. Ashoka dejó su huella en la historia al erigir grandes pilares de piedra con edictos que emitió. Después de liderar una sangrienta campaña contra Kalinga (una región en la costa centro-este de la India), Ashoka reevaluó su compromiso de expandir el imperio y en su lugar se volvió hacia el budismo y su principio de no violencia. Muchos de sus edictos alentaron a la gente a dejar la violencia y vivir en paz unos con otros, dos principios budistas importantes.
Después de la muerte de Ashoka, su familia continuó reinando, pero el imperio comenzó a desmoronarse. El último de los Maurya, Brihadratha, fue asesinado por su comandante en jefe, un hombre llamado Pushyamrita que fundó la dinastía Shunga, en 185 a. C.