Diagnóstico – Cáncer de hueso


Pruebas adicionales

Si los resultados de la biopsia confirman o sugieren cáncer de hueso, es probable que tenga más pruebas para evaluar qué tan lejos se ha diseminado el cáncer. Estas pruebas se describen a continuación.

Imagen por resonancia magnética

Una imagen por resonancia magnética (IRM) utiliza un campo magnético fuerte y ondas de radio para producir imágenes detalladas de los huesos y los tejidos blandos.

Una resonancia magnética es una forma eficaz de evaluar el tamaño y la diseminación de cualquier tumor canceroso dentro o alrededor de los huesos.

Tomografía computarizada

Una tomografía computarizada (TC ) consiste en tomar una serie de radiografías y usar una computadora para volver a ensamblarlas en una imagen tridimensional (3-D) detallada de su cuerpo.

Las tomografías computarizadas se usan a menudo para verificar si el cáncer se ha extendido a sus pulmones. También se pueden tomar radiografías de tórax para este propósito.

Gammagrafías óseas

Una gammagrafía ósea puede brindar información más detallada sobre el interior de sus huesos que una radiografía. Durante una gammagrafía ósea, se inyecta una pequeña cantidad de material radiactivo en las venas.

Las áreas anormales del hueso absorberán el material a un ritmo más rápido que el hueso normal y aparecerán como «puntos calientes» en la exploración.

Biopsia de médula ósea

Si tiene un tipo de cáncer de hueso llamado sarcoma de Ewing, es posible que le realicen una prueba llamada biopsia de médula ósea para verificar si el cáncer se ha diseminado a la médula ósea (el tejido dentro de sus huesos).

Durante la prueba, se inserta una aguja en su hueso para extraer una muestra de su médula ósea. Esto se puede hacer con anestesia local o general.

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