Yuxtaposición

La yuxtaposición en términos literarios es el contraste que muestran los conceptos colocados uno al lado del otro. Un ejemplo de yuxtaposición son las citas «No preguntes qué puede hacer tu país por ti; pregunta qué puedes hacer tú por tu país» y «No negociemos nunca por miedo, pero nunca temamos negociar», ambas de John F. Kennedy, a quien le gustaba especialmente la yuxtaposición como recurso retórico. Jean Piaget contrasta específicamente la yuxtaposición en varios campos desde el sincretismo, argumentando que «la yuxtaposición y el sincretismo son la antítesis, siendo el sincretismo el predominio del todo sobre los detalles, la yuxtaposición del detalle sobre el todo». Piaget escribe:

En la percepción visual, la yuxtaposición es la ausencia de relaciones entre detalles; el sincretismo es una visión del todo que crea un esquema vago pero que lo incluye todo, suplantando los detalles. En la inteligencia verbal, la yuxtaposición es la ausencia de relaciones entre los diversos términos de una oración; el sincretismo es la comprensión integral que convierte la oración en un todo. En lógica, la yuxtaposición conduce a una ausencia de implicación y justificación recíproca entre los sucesivos juicios; el sincretismo crea una tendencia a unir todo y a justificar mediante los recursos más ingeniosos o divertidos.

En gramática, la yuxtaposición se refiere a la ausencia de elementos de enlace en un grupo de palabras que se enumeran juntas. Por lo tanto, donde el inglés usa la conjunción y (por ejemplo, madre y padre), muchos idiomas usan yuxtaposición simple («madre padre»). En lógica, la yuxtaposición es una falacia lógica por parte del observador, donde dos elementos colocados uno al lado del otro implican una correlación, cuando en realidad no se afirma ninguno. Por ejemplo, una ilustración de un político y Adolf Hitler en la misma página implicaría que el político tenía una ideología común con Hitler. De manera similar, decir «Hitler estaba a favor del control de armas, y tú también» tendría el mismo efecto. Este recurso retórico en particular es lo suficientemente común como para tener su propio nombre, Reductio ad Hitlerum.

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