Se requiere una vigilancia continua para detectar osteoporosis en pacientes que se han sometido a ooforectomía, ya que la testosterona puede no revertir completamente la disminución de la densidad ósea en estos pacientes.
Se requiere vigilancia continua para detectar cáncer de endometrio y ovario en pacientes en tratamiento a largo plazo que no han continuado a histerectomía y ooforectomía bilateral.
Población pediátrica
En los niños prepúberes, se debe controlar el crecimiento de la estatura y el desarrollo sexual, ya que los andrógenos en general y Sustanon 250 en dosis altas pueden acelerar el cierre epifisario y maduración sexual.
Personas mayores:
Existe una experiencia limitada sobre la seguridad y eficacia del uso de Sustanon 250 en pacientes mayores de 65 años. Actualmente, no existe consenso sobre los valores de referencia de testosterona específicos por edad. Sin embargo, se debe tener en cuenta que fisiológicamente los niveles séricos de testosterona son más bajos con el aumento de la edad.
Trastornos de la coagulación:
La testosterona debe usarse con precaución en pacientes con trombofilia o factores de riesgo de tromboembolismo venoso (TEV), ya que se han realizado estudios poscomercialización e informes de episodios trombóticos (p. ej. trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, trombosis ocular) en estos pacientes durante el tratamiento con testosterona. En pacientes trombofílicos, se han notificado casos de TEV incluso con tratamiento anticoagulante, por lo que se debe evaluar cuidadosamente la continuación del tratamiento con testosterona después del primer episodio trombótico. En caso de continuar el tratamiento, se deben tomar más medidas para minimizar el riesgo de TEV individual.