03 ¿Puede sufrir de ansiedad? Las hormonas podrían ser la causa
Aproximadamente el 18% de la población estadounidense adulta sufre un trastorno relacionado con la ansiedad y las mujeres tienen más del doble de probabilidades de tener trastornos del estado de ánimo (McHenry, 2013). La ansiedad es una condición psicológica que puede aparecer debido a multitud de factores causales. Sin embargo, esta gran disparidad entre géneros plantea la cuestión de las hormonas y su relación con los trastornos de ansiedad. La complicada red de causas de ansiedad incluye factores ambientales, genética, química del cerebro, uso o retiro de medicamentos o condiciones médicas. Los factores ambientales como el trabajo, la familia, las finanzas, la pérdida de un ser querido o la escuela pueden contribuir en gran medida a los trastornos de ansiedad. Las personas con antecedentes familiares de trastornos de ansiedad también son más propensas a presentar ansiedad. Los efectos secundarios del uso de medicamentos o la suspensión de un medicamento pueden provocar ansiedad. Las experiencias traumáticas pueden desencadenar episodios vívidos de ansiedad que no se habrían producido anteriormente y pueden alterar la estructura cerebral de los individuos. La última área de enfoque actual para la ansiedad es el desequilibrio hormonal. Algunas áreas de cambios hormonales que pueden generar ansiedad incluyen el dominio de los estrógenos, el embarazo y la disfunción tiroidea.
El dominio de los estrógenos a menudo se asocia con la perimenopausia o el síndrome premenstrual, lo que provoca un aumento de las hormonas y un desafío para controlar las emociones durante este tiempo. La progesterona es necesaria para equilibrar el estrógeno y mantener a raya estos síntomas. Se ha demostrado que un metabolito de la progesterona, la alopregnanolona, es un potente modulador de los receptores GABA. La alopregnanolona puede afectar a los neurotransmisores en el cerebro para afectar profundamente el comportamiento emocional y la ansiedad, por lo que se la conoce como una hormona calmante y relajante (Nillni, 2011). Durante el embarazo, las hormonas de la mujer se elevan y fluctúan, lo que provoca un comportamiento irritable y ansioso. Esto ni siquiera considera los problemas físicos, psicológicos y sociales que afrontan las futuras madres durante el embarazo. La ansiedad y el miedo son respuestas normales durante el embarazo y pueden ayudar a garantizar que una mujer mantenga seguro a su bebé antes y después del nacimiento. Ahora, la suplementación está fuera de discusión, pero es importante saber por qué ocurre esto. La hormona tiroidea también es responsable de la producción de neurotransmisores relacionados con su estado de ánimo. Este equilibrio se puede perder cuando la tiroides no funciona correctamente, lo que provoca ataques de pánico y trastornos de ansiedad.
El hecho de que las mujeres tengan el doble de probabilidades que sus homólogos masculinos de experimentar trastornos de ansiedad no significa que no estén presentes en los hombres. De hecho, los hombres con hipogonadismo presentan un trastorno depresivo y de ansiedad significativamente mayor en comparación con los hombres con niveles fisiológicos normales (McHenry, 2013). La mayoría de los estudios apoyan el caso de que la testosterona produce una elevación del estado de ánimo y otros efectos beneficiosos, en particular aquellos con niveles más bajos de lo normal. Aunque los estudios clínicos son más limitados con la terapia con testosterona en mujeres y sus efectos ansiolíticos, se puede encontrar una respuesta positiva similar a la de los hombres.
La ansiedad es un término general que muchas personas pueden tener. De ninguna manera eso significa que deba vivir con este trastorno o incluso tolerarlo. Habiendo dicho los posibles factores causantes de la ansiedad, se debe hablar con su médico sobre el desequilibrio hormonal, especialmente si otros síntomas persisten. Normalmente, la ansiedad no es el único síntoma presente en las personas con un equilibrio hormonal, así que escuche lo que su cuerpo le dice y comience el cambio hoy haciéndose la prueba.