Las Moirae, también conocidas como las Tres Parcas, en la mitología griega son tres diosas que gobiernan el destino. Los Moirae controlan el destino de los mortales a través de un hilo de vida y se los ve en tres etapas de vida diferentes. La primera, Cloto, que tiene forma de doncella, teje el hilo de la vida. La segunda, Lachesis, que tiene forma de madre, mide el hilo de la vida. Finalmente llega el último, Atropos, que toma la forma de una vieja y corta el hilo de la vida. En última instancia, todos están controlados por el gobernante de todos los dioses, Zeus.
La doncella, Cloto, en su forma juvenil, asume el papel de hacer girar el hilo, ya que simboliza la primera etapa significativa de la vida de una mujer. En medio de su fragilidad juvenil, la joven doncella es vista como la portadora de felicidad y emoción. Similar a su papel como parte de las moirae, que está por comenzar; se la ve como una entusiasta infantil y se la ve con gran reverencia y deleite. La relación entre la forma adoptada por Cloto y su papel como parte de las moiras también es bastante comparable, ya que comienza el viaje de la vida de una mujer joven justo cuando comienza a tejer el hilo de la vida.
La madre- La figura, Lachesis, en su forma nutritiva, asume el papel de medir el hilo de la vida. Su función es gobernar y administrar, al igual que las madres administran y crían a sus hijos, y distribuir los hilos. Lachesis es la encarnación de una dama honrada que es considerada con gran respeto. Ella, en su papel de dispensadora del hilo, asume el papel de la segunda etapa significativa de la vida de la mujer, la madre. Las madres son vistas con mucha admiración ya que simbolizan a una mujer de sustancia y por lo tanto, Lachesis, cumpliendo su papel como la forma de una madre compasiva que une y nutre también se percibe con gran estima.
Finalmente, Atropos, en su etapa final toma el papel de la vieja. Atropos es una anciana que corta el hilo de la vida, poniendo fin al viaje del mortal en ese mismo momento. Ella es la portadora de la muerte y es temida por muchos cuando decide la vida útil de un simple ser. Ella, asumiendo el papel de una vieja, es considerada con gran abominación y odio. La vieja, que merece el título de sabia y de conocimiento mundano, es en cambio venerada por la sociedad. Ocupa la etapa final de una mujer y esto es similar a su papel de ser el final como parte de la moirae.
Las Tres Parcas en la mitología griega, ya que asumen el papel de tres etapas importantes de la vida de una mujer, se tergiversan así. Mientras que la doncella y la madre son consideradas saludables y, además, respetadas, la anciana es rechazada por todos y tergiversada. Si bien, esto proviene de una mitología basada en siglos atrás, sigue siendo relevante en la sociedad moderna en la que los ancianos se «esconden en las sombras y se vuelven estereotipados con la edad». Para proyectarnos adecuadamente como mujeres y representar nuestra belleza en las tres etapas de la vida, necesitamos recuperar la noción de que «con la edad llega la sabiduría» y negarnos a sucumbir a estos avances estereotipados de la sociedad.