Regurgitación de bebés, vómitos, color y textura

¿Cuándo debería preocuparse por la regurgitación de bebés?

Cuándo llamar al médico

Si su bebé muestra signos de deshidratación (que pueden ser difíciles de reconocer en los bebés) que incluyen, una disminución en la cantidad de pañales mojados; un punto blando hundido (fontanela) en la parte superior de la cabeza; tiene falta de lágrimas al llorar, está letárgico o extremadamente irritable, llame al pediatra de su recién nacido para que lo evalúe.

Si la pérdida de peso es un motivo de preocupación: la regurgitación normal del bebé no debería causar una pérdida de peso. Si esto es una preocupación, se debe contactar al médico para verificar el peso del niño y compararlo con las mediciones anteriores. Si la regurgitación es contundente y sale disparada por la boca (estenosis pilórica). Este tipo de vómitos puede ser un signo de una afección llamada estenosis pilórica. Esta afección generalmente aparece en las primeras semanas de vida y es causada por un estrechamiento anormal de la válvula que va del estómago al intestino. Esto causa que los vómitos en proyectil empeoren gradualmente después de cada alimentación, que generalmente se desarrollan durante varios días.

Los niños afectados parecen tener hambre entre comidas y pueden perder peso o deshidratarse. La estenosis pilórica se diagnostica mediante un examen físico, así como una ecografía o una radiografía que muestra el estrechamiento de la válvula hacia los intestinos. La estenosis pilórica se trata con un procedimiento quirúrgico menor. Si aparecen otros signos preocupantes de enfermedad, como fiebre, diarrea, dificultad para respirar o irritabilidad anormal. Si el material que se está escupiendo contiene demasiada mucosidad o sangre. Generalmente, regurgitar en los recién nacidos no es sencillo y debe ser evaluado por el médico.

Cuándo ir al hospital

La regurgitación normal de un bebé no requiere tratamiento de emergencia. Las siguientes situaciones pueden indicar una causa diferente y más grave del vómito, y el niño debe ser llevado al departamento de emergencias del hospital. Si el bebé deja de respirar, se vuelve flácido o tiene algún cambio de color azul durante un episodio de regurgitación: Con la regurgitación normal, el niño puede ahogarse o tener arcadas brevemente, pero no debe dejar de respirar ni ponerse azul. Si la regurgitación se ve verde o marrón: Un color verde o marrón de la regurgitación puede ser un signo de una obstrucción en el intestino. Si por alguna razón el niño parece estar gravemente enfermo y, a su juicio, no puede esperar a que lo vean en el consultorio del médico

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