Quimiosíntesis

Los gusanos tubulares gigantes (Riftia pachyptila) tienen un órgano que contiene bacterias quimiosintéticas en lugar de un intestino .

En 1890, Sergei Winogradsky propuso un nuevo tipo de proceso de vida llamado «anorgoxydant». Su descubrimiento sugirió que algunos microbios podrían vivir únicamente de materia inorgánica y surgió durante su investigación fisiológica en la década de 1880 en Estrasburgo y Zúrich sobre bacterias de azufre, hierro y nitrógeno.

En 1897, Wilhelm Pfeffer acuñó el término » quimiosíntesis «para la producción de energía por oxidación de sustancias inorgánicas, en asociación con la asimilación autótrofa de dióxido de carbono, lo que hoy se llamaría quimiolitoautotrofia. Posteriormente, el término se ampliaría para incluir también quimioorganoautótrofos, que son organismos que utilizan sustratos de energía orgánica para asimilar el dióxido de carbono. Así, la quimiosíntesis puede verse como sinónimo de quimioautotrofia.

El término «quimiotrofia», menos restrictivo, sería introducido en la década de 1940 por André Lwoff para la producción de energía por oxidación de donantes de electrones orgánicos. o no, asociado con auto o heterotrofia.

Respiraderos hidrotermalesEditar

La sugerencia de Winogradsky se confirmó casi 90 años después, cuando se predijo la existencia de respiraderos oceánicos hidrotermales en la década de 1970. Las fuentes termales y extrañas criaturas fueron descubiertas por Alvin, el primer sumergible de aguas profundas del mundo, en 1977 en el Rift de Galápagos. Casi al mismo tiempo, la entonces estudiante de posgrado Colleen Cavanaugh propuso bacterias quimiosintéticas que oxidan sulfuros o azufre elemental como un mecanismo por el cual los gusanos de tubo podrían sobrevivir cerca de los respiraderos hidrotermales. Cavanaugh luego logró confirmar que este era de hecho el método por el cual los gusanos podían prosperar, y generalmente se le atribuye el descubrimiento de la quimiosíntesis.

Un televisor de 2004 La serie presentada por Bill Nye nombró a la quimiosíntesis como uno de los 100 mayores descubrimientos científicos de todos los tiempos.

Corteza oceánicaEditar

En 2013, los investigadores informaron sobre el descubrimiento de bacterias que viven en la roca del corteza oceánica debajo de las gruesas capas de sedimento, y aparte de los respiraderos hidrotermales que se forman a lo largo de los bordes de las placas tectónicas. Los hallazgos preliminares son que estas bacterias subsisten con el hidrógeno producido por la reducción química ción del olivino por el agua de mar que circula en las pequeñas venas que impregnan el basalto que comprende la corteza oceánica. Las bacterias sintetizan metano al combinar hidrógeno y dióxido de carbono.

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