Los mariscos cocinados y con bajo contenido de mercurio, como cangrejo, langosta o camarones, se pueden comer una vez a la semana.
Otros mariscos bajos en mercurio incluyen ostras, almejas, vieiras, mejillones y berberechos. Todos los mariscos deben provenir de un proveedor confiable para evitar toxinas y contaminantes.
La siguiente tabla brinda recomendaciones sobre el consumo de mariscos durante el embarazo.
Evitar:
- Mariscos crudos, sushi, ostras crudas, almejas crudas y mejillones crudos.
- Mariscos ahumados refrigerados.
- Mariscos con concha rota o abierta.
- Mariscos con una cáscara que permanece cerrada después de la cocción.
- Mariscos de un sector que no está abierto a la cosecha.
Elija:
- Mariscos cocinado a una temperatura interna segura de 74oC (165oF). La carne debe volverse más colorida u opaca: los langostinos cambian de azul a rosa; las vieiras se vuelven opacas.
- Ostras, almejas, vieiras, mejillones y berberechos; todo para cocinar hasta que se abra la cáscara.
- Mariscos ahumados en lata o cualquier otro recipiente que no requiera refrigeración antes de abrir.
- Mariscos con frescura asegurada. Para asegurarse de que esté fresco, los mariscos deben estar bien cerrados o sellables cuando se golpean con un dedo antes de cocinarlos. En cuanto a cangrejos y langostas, asegúrese de que las patas se muevan ligeramente.
Es esencial seguir estas recomendaciones para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos y evitar los efectos potenciales de la contaminación por mercurio y las biotoxinas marinas.