El tratamiento dependerá del tipo de dolor y de la salud física, neurológica y mental del paciente.
Tratamientos farmacológicos
Analgésicos: estos pueden incluir tramadol (Ultram) u oxicodona (OxyContin). Existe un pequeño riesgo de dependencia.
Anticonvulsivos: el dolor de la NPH se puede aliviar con anticonvulsivos, porque son efectivos para calmar los impulsos nerviosos y estabilizar la actividad eléctrica anormal en el sistema nervioso causada por nervios lesionados. La gabapentina, o Neurontin, y la pregabalina, también conocida como Lyrica, se recetan comúnmente para tratar este tipo de dolor.
Esteroides: se puede inyectar un medicamento corticosteroide en el área alrededor de la médula espinal. No se deben usar esteroides hasta que la erupción cutánea pustulosa de la culebrilla haya desaparecido por completo.
Parches cutáneos de lidocaína: La lidocaína es un anestésico local y un fármaco antiarrítmico común. Aplicado sobre la piel, puede aliviar la picazón, el ardor y el dolor por inflamación. Los parches se pueden cortar para que se ajusten al área afectada.
Antidepresivos: afectan a sustancias químicas clave del cerebro, como la serotonina y la norepinefrina, que influyen en la forma en que el cuerpo interpreta el dolor. Ejemplos de fármacos que inhiben la recaptación de serotonina o norepinefrina son los antidepresivos tricíclicos, como amitriptilina, desipramina (Norpramin), nortriptilina (Pamelor) y duloxetina (Cymbalta).
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS)
Este tratamiento consiste en colocar electrodos sobre las áreas donde se produce el dolor. Estos emiten pequeños impulsos eléctricos. El paciente enciende y apaga el dispositivo TENS según sea necesario.
Algunas personas encuentran que TENS alivia el dolor, mientras que otras no. Su eficacia no ha sido confirmada por investigaciones.
Estimulación de la médula espinal o nervios periféricos
Estos dispositivos ofrecen una forma segura, eficiente y eficaz de aliviar muchos tipos de enfermedades de dolor neuropático. Al igual que TENS, se implantan debajo de la piel a lo largo del curso de los nervios periféricos. Antes de la implantación, los médicos realizan una prueba con un electrodo de alambre delgado para determinar la respuesta del paciente.
El estimulador de la médula espinal se inserta a través de la piel en el espacio epidural sobre la médula espinal. El estimulador de nervios periféricos se coloca debajo de la piel por encima de un nervio periférico. Tan pronto como los electrodos están en su lugar, se encienden para administrar una corriente eléctrica débil al nervio.
Los expertos creen que al estimular la vía sensorial no dolorosa, los impulsos eléctricos engañan al cerebro hacia » apagar ”o» rechazar «las señales dolorosas, lo que resulta en un alivio del dolor.