Qué es FVRCP y cuándo vacunar

La vacuna FVRCP es una parte importante de la rutina de su gato. Previene tres virus potencialmente mortales transmitidos por el aire: rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia.

La rinotraqueítis es provocada por el virus del herpes felino común. Los síntomas incluyen estornudos, secreción nasal y babeo. Los ojos de su gato pueden tener una costra de mucosidad, y puede dormir mucho más y comer mucho menos de lo normal. Si no se trata, esta enfermedad causa deshidratación, inanición y, finalmente, la muerte.

El calicivirus tiene síntomas similares, afectando el sistema respiratorio y también causando úlceras en la boca. Puede provocar neumonía si no se trata; los gatitos y los gatos mayores son especialmente vulnerables.

La panleucopenia también se conoce como moquillo y se transmite fácilmente de un gato a otro. El moquillo es tan común que casi todos los gatos, independientemente de la raza o las condiciones de vida, estarán expuestos a él durante su vida. Es especialmente común en los gatitos que aún no han sido vacunados y los síntomas incluyen fiebre, vómitos y diarrea con sangre. Esta enfermedad progresa rápidamente y requiere atención médica inmediata. Sin intervención, un gato puede morir dentro de las 12 horas siguientes a contraer la enfermedad.

Estos tres virus pueden ser contraídos por gatos a cualquier edad. Los gatitos deben recibir su primera vacuna FVRCP entre las 6 y 8 semanas de edad, seguida de tres inyecciones de refuerzo una vez al mes. Los gatos adultos deben recibir un refuerzo una vez al año o dos, de acuerdo con las recomendaciones de su veterinario. Los gatos adultos con registros de vacunación desconocidos deben recibir una vacuna FVRCP, más un refuerzo. Dado que FVRCP es una vacuna viva, no debe administrarse a mujeres embarazadas gatos.

En raras ocasiones, un gato puede contraer una enfermedad a causa de la vacuna o experimentar un efecto secundario, como fiebre o vómitos. Estos casos son una excepción, y para la gran mayoría de los gatos, la FVRCP no solo protege contra la rinotraqueítis, el calicivirus y la panleucopenia, sino que también puede ayudar a combatir otros virus.

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