Cuanto más frescos estén los champiñones cuando los congeles, mejor se conservarán en el congelador. Las setas frescas tienen una textura firme y un agradable olor a tierra. Además, no tienen manchas blandas u oscuras.
A veces, el mejor lugar para comprar hongos frescos es en el mercado de agricultores local, pero también puede encontrar hongos cultivados localmente en su supermercado.
Antes de congelar los hongos, cepille la suciedad visible. Muchas personas sienten la tentación de lavar los champiñones antes de congelarlos, pero esto tiende a hacerlos más blandos cuando se cocinan.
Si opta por congelar los champiñones crudos, córteles los tallos y colóquelos en una bolsa de plástico apta para el congelador. Exprima todo el aire que pueda antes de sellar la bolsa y colocarla en el congelador.
Si no desea congelar hongos crudos, a continuación se muestran dos métodos recomendados para prepararlos antes de congelarlos.
Escaldado al vapor
El escaldado al vapor es un proceso de cocción rápido que ayuda a conservar los productos antes de congelarlos. Actúa destruyendo las enzimas que pueden aumentar la rapidez con que los alimentos se echan a perder (5).
Un beneficio adicional del escaldado al vapor es que inactiva la Listeria y la Salmonella, dos bacterias comunes que se transmiten por los alimentos, mejorando la seguridad de los hongos antes de congelarlos (6).
Además, escaldar los productos agrícolas puede ayudar a conservar los nutrientes (7, 8).
Los tiempos de escaldado varían según el tamaño del hongo, por lo que es una buena idea para clasificarlos por tamaño o cortarlos en trozos de tamaño similar antes de cocinarlos al vapor.
Para evitar la decoloración durante el proceso de escaldado, primero remoje los champiñones frescos en una mezcla de 2 tazas (480 ml) de agua y 1 cucharadita (5 ml) de jugo de limón durante 5 a 10 minutos.
Alternativamente, puede cocinar al vapor los champiñones con una mezcla de 4 tazas (960 ml) de agua y 1 cucharadita (5 ml) de jugo de limón.
Para escaldar los champiñones al vapor, hierva una olla con agua y coloque una canasta vaporera dentro. Agregue los champiñones a la canasta y déjelos cocer al vapor durante 3-5 minutos.
Luego, retira los champiñones y colócalos inmediatamente en un baño de agua helada durante el mismo tiempo que los cocinaste al vapor. Cuela el agua, coloca los champiñones en bolsas herméticas para congelar y guárdalos en el congelador.
Saltear
Saltear es un método de cocción por calor seco que utiliza una pequeña cantidad de grasa y una temperatura relativamente alta para ablandar y dorar los alimentos rápidamente.
Cocinar de esta manera sin agua puede prevenir la pérdida de vitaminas B. Además, cocinar con grasa puede mejorar la absorción de antioxidantes y otros compuestos vegetales (9, 10, 11, 12).
En una sartén grande, agregue hongos frescos y una pequeña cantidad de aceite caliente o mantequilla y llevar a fuego medio-alto. Cocínelos durante aproximadamente 5 minutos, hasta que estén casi completamente cocidos. Los champiñones deben quedar tiernos pero no blandos.
Retire los champiñones de la sartén y colóquelos sobre una toalla de papel o un plato para que se enfríen. Una vez que estén completamente fríos, colóquelos en una bolsa hermética apta para el congelador y guárdelos en el congelador.
Los champiñones congelados preparados con cualquiera de estos métodos se pueden utilizar de muchas formas. Funcionan mejor si se agregan a platos que se cocinarán en lugar de comer fríos.
RESUMEN
Puede congelar los champiñones crudos o prepararlos para congelarlos primero escaldados al vapor o salteándolos para ayudar a conservar cualidades como la nutrición, el sabor y la textura.