Laparoscopia, también llamada peritoneoscopia, procedimiento que permite el examen visual de la cavidad abdominal con un instrumento óptico llamado laparoscopio, que se inserta a través de una pequeña incisión realizada en la pared abdominal. El término proviene de las palabras griegas laparo, que significa «flanco», y skopein, que significa «examinar».
El laparoscopio es un tipo de endoscopio, es decir, un dispositivo similar a un pequeño telescopio que está equipado con una fuente de luz. La laparoscopia entró en uso a principios del siglo XX. Se utilizó por primera vez como un medio para diagnosticar el dolor abdominal. En la década de 1960, los ginecólogos utilizaban el laparoscopio en operaciones como la ligadura de trompas. Los laparoscopios modernos han sido equipados con luces de fibra óptica y pequeñas cámaras de video que permiten al equipo quirúrgico ver los tejidos y órganos abdominales en un monitor en la sala de operaciones. Estas mejoras han ampliado las aplicaciones de la laparoscopia. Hoy en día, la técnica no solo se usa para obtener información de diagnóstico, sino que se emplea en una variedad de cirugías, incluida la extirpación de la vesícula biliar (colecistectomía), apendicectomía, histerectomía, reparación de hernias y extirpación de tumores cancerosos.
Laparoscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo porque requiere una incisión mucho más pequeña que la cirugía tradicional, lo que causa menos daño a los nervios, músculos y piel. Se puede realizar solo con anestesia local y un sedante suave. Para comenzar el procedimiento, se bombea dióxido de carbono al abdomen, expandiendo así la cavidad abdominal para proporcionar al médico espacio para maniobrar los instrumentos. A continuación, se hace una pequeña incisión para el laparoscopio. Se pueden hacer pequeños cortes adicionales si se necesitan instrumentos quirúrgicos como fórceps y tijeras en el procedimiento. Se puede obtener información diagnóstica valiosa examinando una muestra de biopsia del hígado o lesiones abdominales. Los beneficios de la cirugía laparoscópica incluyen una reducción del dolor posoperatorio, tiempos de recuperación breves y estadías hospitalarias más cortas.