Primero, no se asuste.
Si alguna vez se ha quitado los zapatos Durante un vuelo largo, es posible que haya notado que es un poco más difícil volver a meterse en ellos al llegar. Eso se debe a que es extremadamente común que los pies y los tobillos se hinchen, una condición técnicamente conocida como «edema gravitacional», cuando vuela. También es un fenómeno típicamente inofensivo.
El hecho es que ha estado sentado demasiado tiempo, y todos los líquidos (es decir, sangre) de su cuerpo se han hundido hasta sus pies. El efecto debería durar poco tiempo y se disipa en breve. después de bajar del avión.
También es fácil aliviar o evitar la hinchazón de pies y tobillos durante el vuelo. Use ropa holgada (como estas pantalones deportivos increíblemente elegantes), beba mucha agua y haga un esfuerzo por caminar alrededor de la cabina cada hora.
Si está atrapado sentado con la luz del cinturón de seguridad iluminada, flexione y extienda los tobillos, las rodillas y piernas tanto como sea posible. Evite cruzar las piernas y pasar las bebidas alcohólicas o cualquier otro sedante.
Las personas que hacen ejercicio con más frecuencia tienen menos probabilidades de experimentar estos síntomas, mientras que los viajeros que tienen un estilo de vida menos activo tienen más probabilidades de encontrar su tobillos o pies hinchados al final de un vuelo de larga distancia.
Hinchazón que no baja después de unas horas después del vuelo y la reanudación de la actividad normal puede deberse a algo más grave, como un coágulo de sangre (también conocido como trombosis venosa profunda). Otros signos de esta afección incluyen hinchazón que ocurre solo en una pierna o que se acompaña de dolor en la pierna. Busque atención médica inmediata si experimenta alguno de estos síntomas.
Algunos viajeros deben buscar el consejo de un médico antes de volar, especialmente aquellos que tienen un mayor riesgo de coágulos de sangre. Los calcetines de compresión pueden ayudar a mitigar los efectos, mientras que una receta a corto plazo de un anticoagulante puede prevenir la coagulación. En situaciones específicas, un médico puede recomendarle que no vuele en absoluto.
Sin embargo, para la gran mayoría de los viajeros, los tobillos y los pies hinchados no son un gran problema. Levántese, muévase, beba agua, controle su cuerpo y comuníquese con un médico si es necesario. Y, si bien esto puede ser evidente, recuerde que nunca está de más usar zapatos cómodos.
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