El 10 de enero de 1941, Franklin Roosevelt presenta el programa de préstamos y arrendamientos al Congreso. El plan tenía la intención de ayudar a Gran Bretaña a rechazar el avance de Hitler mientras mantenía a Estados Unidos solo indirectamente involucrado en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras Roosevelt se dirigía al Congreso, la Batalla de Gran Bretaña estaba en su pleno apogeo destructivo y Hitler parecía a punto de invadir Gran Bretaña. Los británicos, con problemas de liquidez, necesitaban desesperadamente aviones, tanques y barcos para luchar contra la inminente invasión de Hitler. Durante meses, el primer ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill, había pedido ayuda a Roosevelt, pero el presidente estaba comprometido a cumplir con los deseos de los estadounidenses de mantenerse al margen de otra sangrienta guerra mundial.
El programa de préstamo y arrendamiento preveía ayuda militar a cualquier país cuya defensa fuera vital para la seguridad de Estados Unidos. Así, el plan le dio a Roosevelt el poder de prestar armas a Gran Bretaña con el entendimiento de que, después de la guerra, Estados Unidos sería devuelto en especie. El Congreso aceptó abrumadoramente el plan, al que solo se opusieron acérrimos aislacionistas. El programa de Roosevelt permitió al ejército estadounidense prepararse para la creciente amenaza de Japón en su flanco del Pacífico mientras ayudaba a Gran Bretaña a contener a Hitler a través del Atlántico, ya que permitió la ayuda a Europa sin comprometer las tropas estadounidenses que podrían ser necesarias en una guerra del Pacífico. Aunque el plan de Roosevelt no requería un reembolso inmediato, Estados Unidos se apoderó de lo que quedaba de las reservas de oro de Gran Bretaña y las inversiones en el extranjero para ayudar a pagar el aumento de la producción de defensa.
Con el bombardeo de Pearl Harbor en diciembre de 1941, Japón forzó la entrada de Estados Unidos en la guerra. Roosevelt reconoció entonces la ventaja estratégica de suministrar también armas a la Unión Soviética mediante préstamo y arrendamiento para sacar los recursos de Hitler de Europa Occidental. Esto le dio a Estados Unidos una mejor oportunidad de librar una guerra en dos frentes mientras planeaba una invasión para liberar Europa. Roosevelt, consciente del conflicto inherente entre la democracia estadounidense y el comunismo soviético, contaba con utilizar la ayuda militar estadounidense a la Unión Soviética como moneda de cambio en las relaciones diplomáticas de posguerra.
Al final de la guerra, Estados Unidos Los Estados habían dado más de 50.000 millones de dólares en armamento y apoyo financiero a Gran Bretaña, la URSS y otros 37 países. El programa de préstamo y arrendamiento sentó las bases para el Plan Marshall de la posguerra, que proporcionó ayuda a las naciones europeas para ayudar a reconstruir sus economías después de dos guerras mundiales devastadoras.