Enfermedad de Perthes (Enfermedad de Legg-Calve-Perthes)

Si se sospecha la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, el proveedor obtendrá radiografías de las caderas de su hijo. A menudo, también se recomendará una resonancia magnética especializada para determinar qué parte del suministro de sangre en la cadera está afectado.

Tratamiento de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes

Tratamiento no quirúrgico

Es muy importante mantener la articulación en movimiento. Esto se debe a que el cartílago de la cabeza femoral depende del líquido de la articulación, llamado líquido sinovial, para su nutrición. Mover la cadera ayuda a suministrar este líquido al cartílago.

También es importante mantener la cabeza en la cavidad de la cadera para que cuando el hueso se vuelva a formar, tenga la mejor forma y la más redonda posible. . A veces, la cadera del niño se vuelve rígida y puede necesitar ayuda para mantener la pelota en la taza. Su médico puede recomendar un período de yeso, aparatos ortopédicos y / o fisioterapia para ayudar a lograrlo.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía puede estar justificada para tratar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, pero a menudo no se recomienda para niños menores de 6 años. El objetivo de la cirugía es la contención. La idea es mantener la cabeza femoral dentro del acetábulo. Para ello, el cirujano ortopédico pediátrico puede alterar el ángulo de los huesos del fémur y / o acetábulo y fijarlos en una posición más anatómicamente correcta. Este procedimiento, llamado osteotomía, permite que la cabeza femoral crezca en su forma esférica normal.

¿Existen complicaciones de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?

Sí. La cabeza del fémur puede perder su forma esférica normal y / o colapsar. Además, puede ocurrir una enfermedad degenerativa de las articulaciones (es decir, como ocurre en la osteoartritis). La pierna afectada puede perder algo de su movimiento y volverse más corta que la pierna normal.

¿Cómo le irá a mi hijo con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes a largo plazo?

Este varía de un paciente a otro. La presencia de algunos signos suele conllevar un peor pronóstico. Estos incluyen el desarrollo de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes cuando el niño tiene más de 8 años, el desarrollo de un rango de movimiento deficiente y la presencia de una cabeza femoral no redonda incluso después del tratamiento.

En la mayoría de los pacientes, el dolor se resuelve durante la adolescencia. Sin embargo, se estima que aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes que desarrollan la enfermedad de Legg-Calve-Perthes en la infancia necesitarán un reemplazo de cadera en la edad adulta avanzada (es decir, 50 a 60 años)
Para obtener más información, puede visitar el Sitio web de la Asociación Perthes.

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