PRELUDIO
Noche. La terraza de un palacio junto a un lago.
A medida que se acerca su mayoría de edad, el príncipe Siegfried siente las pesadas responsabilidades de su rango. También se lamenta al recordar el funeral de su padre real que lo abrumó tanto cuando era niño.
ACTO I
Al día siguiente. Los jardines del palacio.
En medio de los ajetreados preparativos para el cumpleaños del Príncipe, sus jóvenes amigos, compañeros oficiales y damas de la corte buscan distraerlo de su melancolía. Su madre viuda, la Reina, llega con el Canciller, quien efectivamente ha gobernado el reino desde la muerte del Rey. Sus embajadores presentan a cuatro princesas extranjeras como posibles prometidas del Príncipe, pero él busca divertirse bebiendo brindis y bailando. Al caer la noche, siente el atractivo familiar del lago, con su promesa de comodidad en la soledad.
ACT II
Esa noche. El lago.
Siegfried está paralizado por la aparición de un cisne, que se transforma ante sus ojos en la Princesa Odette. Ella y sus doncellas son prisioneras del hechicero von Rothbart y están condenadas a ser cisnes durante todas las noches, salvo unas pocas horas. Solo un voto de amor verdadero y fidelidad puede romper el hechizo. Encantado a sí mismo, Siegfried corteja gradualmente a Odette y le promete su amor: Odette le da su corazón, aunque teme los poderes elementales del mago malévolo.
ACTO III
La noche siguiente . El salón de baile del palacio.
Se está celebrando un gran baile y esta noche se espera que un príncipe distraído elija una futura consorte para reinar con él. Ninguno conoce su amor secreto por Odette. Las festividades se ven interrumpidas por la llegada de von Rothbart y su séquito, que incluye a su hija Odile. Extrañamente parecida a Odette, la seductora belleza cautiva a Siegfried, que se deja hechizar por ella y rompe el voto de fidelidad. Mientras von Rothbart triunfa, Siegfried sale corriendo del palacio desesperado.
ACTO IV
Esa noche. El lago.
Las doncellas cisne, ahora hechizadas para siempre, se han reunido para proteger a Odette. Desolado, el príncipe le suplica perdón, que ella concede, sabiendo que deben separarse. Desesperado, se ahoga, pero cuando von Rothbart recoge su cuerpo del lago, el alma de Odette se libera. Aunque seguirá siendo un cisne, está libre de von Rothbart para siempre.