El hígado graso provoca dolor abdominal y pruebas de función hepática alterada

El ultrasonido es una solución no invasiva para examinar tejidos en tiempo real. Recientemente se nos mencionó en un comunicado de prensa sobre la ecografía musculoesquelética, que resulta ser una de nuestras especialidades. Vea el comunicado de prensa aquí https://www.infonews.co.nz/news.cfm?id=115381 o léalo a continuación.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es una de las causas más comunes de enfermedad hepática crónica y se encuentra en aproximadamente el 15% de la población mundial. Incluye un espectro de afecciones asociadas con el depósito de lípidos en los hepatocitos y varía desde la hepatoesteatosis (hígado graso simple) hasta la esteatohepatitis no alcohólica (NASH, cambios grasos con inflamación y lesión o fibrosis hepatocelular) que pueden conducir a fibrosis y cirrosis avanzada. Aunque normalmente es benigna y reversible si se detecta en una etapa temprana, la EHGNA, si no se detecta ni se trata, puede progresar a una enfermedad hepática avanzada irreversible, como fibrosis, cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.

El hígado es ubicado en la parte superior derecha del abdomen y juega un papel central en todos los procesos metabólicos del cuerpo. Ayuda a mantener un nivel normal de glucosa en sangre. Cuando el azúcar en sangre es bajo, el hígado descompone el glucógeno y los triglicéridos almacenados en glucosa para liberarlos en el torrente sanguíneo. El hígado también ayuda a utilizar proteínas, grasas y carbohidratos que vienen con los alimentos. Produce la bilis que descompone las grasas y las convierte en ATP (fuente de energía) y almacena sustancias como glucógeno, hierro y vitaminas que son esenciales para el metabolismo. El hígado produce casi todas las proteínas plasmáticas que se utilizan en los sistemas inmunológico y de coagulación, y una de sus funciones principales es la desintoxicación. El hígado procesa casi todas las sustancias que ingresan al cuerpo descomponiéndolas y excretando toxinas.

Como segundo órgano más grande del cuerpo, el hígado juega un papel vital en el mantenimiento de la salud de una persona, así que cuando se vuelve graso puede causar problemas importantes. Un hígado se considera graso cuando la grasa representa más del 5-10% del peso corporal del hígado. Las gotitas grasas acumuladas en los hepatocitos comprimen las estructuras internas de las células y les dificulta el desempeño de sus funciones. Los síntomas de un hígado graso pueden incluir un dolor sordo constante en el cuadrante superior derecho o malestar abdominal difuso, dispepsia, problemas con la digestión, falta de energía y fatiga crónica.

Causas comunes de un hígado graso no alcohólico incluyen obesidad, hiperlipidemia o niveles altos de grasas en sangre, diabetes y uso de ciertos medicamentos durante mucho tiempo. Los médicos utilizan rutinariamente un análisis de sangre para la función hepática (LFT), que mide los niveles sanguíneos de enzimas producidas por las células hepáticas, y una ecografía hepática como primera línea de evaluación hepática. Un examen de ultrasonido del hígado es una prueba confiable para confirmar la esteatosis. La infiltración grasa del hígado produce un aumento difuso de la ecogenicidad (un hígado brillante) y borrosidad vascular debido a la atenuación del haz de ultrasonido.

En una imagen de ultrasonido, esto puede resultar en:

  • la corteza renal parece relativamente hipoecoica en comparación con el parénquima hepático (normalmente el hígado y la corteza renal tienen una ecogenicidad casi similar),
  • aumento de la ecogenicidad en relación con el bazo cuando hay enfermedad renal parenquimatosa,
  • ausencia de las paredes ecogénicas normales de las venas porta y de las venas hepáticas (es importante no evaluar los vasos que corren perpendiculares al haz, ya que estos producen un reflejo directo y pueden parecer ecogénicos incluso en un hígado graso),
  • visualización deficiente de porciones profundas del hígado
  • y visualización deficiente del diafragma.

La clasificación de la esteatosis hepática difusa en la ecografía se ha utilizado para describir la grado de cambios grasos en el hígado.

  • Grado I: aumento difuso de hepa ecogenicidad de tic, pero la ecogenicidad periportal y diafragmática sigue siendo apreciable.
  • Grado II: ecogenicidad hepática difusamente aumentada que oscurece la ecogenicidad periportal, pero la ecogenicidad diafragmática sigue siendo apreciable.
  • Grado III: ecogenicidad hepática difusamente aumentada que oscurece ecogenicidad tanto periportal como diafragmática.

La elastografía es una técnica más nueva que aprovecha el hecho de que un proceso patológico altera las propiedades elásticas del tejido afectado. Este cambio en la elasticidad y el grado de fibrosis acompañante se detecta midiendo la rigidez del tejido. La idea principal es que si el tejido es duro o blando proporcionará información de diagnóstico sobre la presencia o el estado de la enfermedad. Por ejemplo, los tumores malignos suelen ser más duros que el tejido circundante y los hígados con cambios fibróticos son más rígidos que los sanos.

Hay varios tipos de ecoelastografía:

  1. Elastografía de deformación (también conocida como elastografía estática o de compresión). En esta técnica, se aplica una compresión externa al tejido y se comparan las imágenes de ultrasonido antes y después de la compresión.
  2. Las imágenes de impulso de fuerza de radiación acústica (ARFI) utilizan ultrasonido para crear un mapa bidimensional cualitativo de rigidez del tejido. Lo hace creando un «empujón» dentro del tejido utilizando la fuerza de radiación acústica de un haz de ultrasonido enfocado. La cantidad de tejido a lo largo del eje del haz es empujado hacia abajo refleja la rigidez del tejido; el tejido más blando se empuja más fácilmente que el tejido más rígido.
  3. Elastografía de ondas de corte (también conocida como elastografía transitoria). Este método se basa en el uso de la fuerza de radiación acústica del ultrasonido enfocado para crear ondas compartidas en los tejidos blandos. Al medir los parámetros de propagación de la onda de corte mediante ultrasonido, se puede crear el mapa de elasticidad del tejido.
  4. La imagen de corte supersónico (SSI) proporciona un mapa bidimensional cuantitativo en tiempo real de la rigidez del tejido.

Eastmed Radiology ofrece una amplia gama de exámenes de ultrasonido y rayos X, incluido el ultrasonido abdominal para verificar el estado del hígado, utilizando equipos de última generación. Para reservar una ecografía en Auckland o una radiografía en Auckland, comuníquese con EastMed Radiology.

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