El acoso puede afectar a todo el mundo: a los que son acosados, a los que acosan y a los que son testigos del acoso. El acoso está relacionado con muchos resultados negativos, incluidos los impactos en la salud mental, el uso de sustancias y el suicidio. Es importante hablar con los niños para determinar si el acoso, o cualquier otra cosa, es una preocupación.
Niños que son acosados
Los niños que son acosados pueden experimentar situaciones físicas, sociales y emocionales negativas , problemas académicos y de salud mental. Los niños que son acosados tienen más probabilidades de experimentar:
- Depresión y ansiedad, aumento de los sentimientos de tristeza y soledad, cambios en los patrones de sueño y alimentación y pérdida de interés en las actividades que solían disfrutar. Estos problemas pueden persistir hasta la edad adulta.
- Quejas de salud
- Disminución del rendimiento académico (GPA y puntajes de exámenes estandarizados) y participación escolar. Son más propensos a faltar, faltar o abandonar la escuela.
Un número muy pequeño de niños acosados puede tomar represalias con medidas extremadamente violentas. En 12 de 15 casos de tiroteos en escuelas en la década de 1990, los tiradores tenían un historial de acoso.
Niños que acosan a otros
Los niños que acosan a otros también pueden participar en actos violentos y otros riesgosos comportamientos en la edad adulta. Los niños que intimidan son más propensos a:
- Abusar del alcohol y otras drogas en la adolescencia y como adultos
- Se pelean, vandalizan la propiedad y abandonan la escuela
- Participar en una actividad sexual temprana
- Tener condenas penales y citaciones de tráfico como adultos
- Ser abusivo con sus parejas románticas, cónyuges o hijos cuando sean adultos
espectadores
Los niños que son testigos del acoso escolar tienen más probabilidades de:
- Tener un mayor uso de tabaco, alcohol u otras drogas
- Tienen más problemas de salud mental, como depresión y ansiedad
- Faltan o faltan a la escuela
La relación entre el acoso y el suicidio
Los informes de los medios a menudo relacionan el acoso con suicidio. Sin embargo, la mayoría de los jóvenes que son acosados no tienen pensamientos suicidas ni se involucran en comportamientos suicidas.
Aunque los niños que son acosados corren el riesgo de suicidarse, el acoso por sí solo no es la causa. Muchos problemas contribuyen al riesgo de suicidio, incluida la depresión, los problemas en el hogar y los antecedentes de trauma. Además, grupos específicos tienen un mayor riesgo de suicidio, incluidos los jóvenes indios americanos y nativos de Alaska, asiáticos americanos, lesbianas, gays, bisexuales y transgénero. Este riesgo puede aumentar aún más cuando estos niños no cuentan con el apoyo de sus padres, compañeros y escuelas. La intimidación puede empeorar una situación de falta de apoyo.