¿Qué es el síndrome del intestino corto?
El síndrome del intestino corto (SBS) es una afección de malabsorción en la que se extirpa quirúrgicamente más del 50% del intestino. Los síntomas incluyen diarrea crónica (o ostomía de alto gasto), deshidratación, calambres, hinchazón y acidez estomacal. La desnutrición es un problema común cuando una persona no puede absorber suficiente agua, vitaminas, minerales y otros nutrientes de los alimentos. Los objetivos del cuidado de la nutrición son minimizar los síntomas y proporcionar suficientes calorías y nutrientes para satisfacer las necesidades de un individuo.
¿Qué influye en la absorción de nutrientes en SBS?
Hay ciertos factores que afectan la absorción de nutrientes en el síndrome del intestino corto. En primer lugar, debido a que el intestino restante se adapta para absorber y digerir los alimentos, la condición y la capacidad de este intestino restante es importante. En segundo lugar, la extensión y el lugar de la resección influyen en las restricciones y requisitos dietéticos. La presencia o ausencia del íleon terminal afectará la absorción de grasas y vitamina B12. Las sales biliares (que son esenciales para la absorción de grasas) ingresan al tracto gastrointestinal desde la vesícula biliar y se reabsorben en el íleon terminal. Cuando se extrae el íleon terminal, las sales biliares no se pueden reabsorber. Luego se excretan en las heces, lo que hace que la grasa no absorbida también se excrete (esteatorrea).
La presencia de grasa en el colon causa problemas adicionales. Esta grasa se une al calcio en las heces, impidiendo la combinación normal de calcio y oxalato. El oxalato, que normalmente se excreta en las heces, en cambio se absorbe a través del colon y se excreta en cantidades más altas de lo normal en la orina. Esto puede provocar cálculos renales de oxalato. La ausencia de la válvula ileocecal también es importante para reducir la diarrea, ya que retrasa el tiempo de tránsito y previene la contaminación bacteriana desde el colon hasta el intestino delgado.
¿Qué dieta puede reducir los síntomas del SBS?
- Comidas pequeñas y frecuentes. De cinco a seis comidas pequeñas al día hace que sea más fácil satisfacer las necesidades calóricas y de nutrientes de una persona.
- Líquido entre comidas en lugar de con ellas. Beber con las comidas puede aumentar el tiempo de tránsito que conduce a la diarrea y puede limitar el apetito de una persona con una sensación de saciedad.
- Alto contenido de proteínas, bajo contenido de azúcares simples. Las proteínas tienden a retardar el tiempo de tránsito de los alimentos, mientras que los azúcares simples como los jugos o los alimentos dulces pueden contribuir a la diarrea.
- Bajo contenido de grasa (especialmente para personas que experimentan esteatorrea o personas que no tienen el íleon terminal). Si ocurre malabsorción de grasas, también se recomiendan suplementos de vitaminas A, D, E y K.
- Oxalato bajo (para personas que no tienen el íleon terminal). Los alimentos con alto contenido de oxalato incluyen: fresas, espinacas, ruibarbo, chocolate, remolacha, té, nueces y salvado de trigo.
- También se recomiendan alimentos que pueden controlar la diarrea. Estos incluyen plátanos, avena, arroz, tapioca, puré de manzana, yogur, etc.
- Multivitamínico; suplementos de magnesio, calcio y hierro (si se extrae el duodeno); Vitamina B12 (si se extrae el íleon terminal).
Conclusión
El síndrome del intestino corto implica la adaptación del intestino después de una resección quirúrgica mayor. Muchas personas reciben inicialmente nutrición parenteral total (alimentación por vía intravenosa) después de la cirugía. Dependiendo de la extensión de la resección, una persona puede reanudar una dieta oral a las pocas semanas de la cirugía.
Sin embargo, para algunas personas, la nutrición parenteral total puede ser una necesidad para la nutrición a largo plazo. apoyo. Una dieta oral de comidas pequeñas y frecuentes, alta en proteínas, baja en azúcares simples (baja en grasas y / u oxalato para la ausencia del íleon terminal) y líquidos entre comidas puede ayudar a reducir los síntomas del síndrome del intestino corto. Las personas con síndrome del intestino corto deben consultar a un dietista para obtener un plan individualizado para optimizar su ingesta de nutrientes.