Los tomates (Lycopersicon esculentum) son una verdura tierna de clima cálido y una de las favoritas de los jardineros. Aunque es perenne, el tomate generalmente se cultiva como anual. Al preferir un suelo rico y arcilloso y a pleno sol, los tomates son un vegetal sediento y se benefician del riego regular o la lluvia.
Requerimientos de agua
Con un sistema de raíces profundas, las plantas de tomate prefieren el riego profundo que se produce de forma semi-regular en lugar de un riego diario ligero. Como regla general, las plantas de tomate requieren de 1 a 2 pulgadas de agua por semana, pero una medida más precisa es de 1 pulgada de agua o 1 galón de agua cada 5 días. Si hay un riego poco frecuente o irregular, la planta de tomate puede estresarse y desarrollar problemas de crecimiento, incluida la pudrición del extremo de la flor y la fruta agrietada o partida.
Trasplante
Los primeros días después del trasplante , riegue los tomates en profundidad y con más frecuencia para ayudar a que las plantas se establezcan bien. Esto ayudará a evitar que su planta se estrese demasiado y se debilite, haciéndola más susceptible a plagas y enfermedades. A medida que la planta se establezca bien, puede comenzar a adoptar un programa de riego menos frecuente.
- Los tomates (Lycopersicon esculentum) son un verdura tierna, de clima cálido y una de las favoritas de los jardineros.
- Con un sistema de raíces profundas, las plantas de tomate prefieren el riego profundo que se produce de forma semi-regular en lugar de un riego diario ligero.
Métodos
Cuando riegue sus tomates, riegue en la base de la planta, en lugar de hacerlo por encima. Esto minimiza la cantidad de agua estancada que permanece en el follaje y la fruta, reduciendo la probabilidad de que se arraiguen enfermedades fúngicas y bacterianas. Riegue sus plantas temprano en la mañana en la base de la planta para reducir la cantidad de impacto. Si riega sus tomates en el calor de la tarde, el cambio repentino de temperatura en el suelo puede provocar una planta estresada y una cosecha reducida.
Mantillo
Cubra sus plantas de tomate con mantillo inmediatamente después del trasplante o cuando se hayan establecido. Agregue una capa de mantillo de 3 pulgadas en la base de la planta, evitando tocar el tallo en la parte inferior. El mantillo ayuda a conservar la humedad del suelo y a regular la temperatura del suelo, por lo que hay menos probabilidades de que la planta de tomate se estrese durante la sequía o las fluctuaciones de temperatura. Un mantillo natural como el mantillo de hojas también se descompondrá con el tiempo, agregando nutrientes al suelo.
- Cuando riegue sus tomates, riegue en la base de la planta , en lugar de por encima de la cabeza.
- El mantillo ayuda a conservar la humedad del suelo, así como a regular la temperatura del suelo, por lo que hay menos probabilidades de que la planta de tomate se estrese durante la sequía o las fluctuaciones de temperatura.