Lograste cocinar tu bistec a la temperatura perfecta y obtener ese hermoso dorado dorado por fuera. Ahora tiene sobras, pero sabe en el fondo que después de recalentar el bistec nunca volverá a ser el mismo. Recalentar correctamente un bistec requiere un poco de paciencia y algo de fe. Con la técnica adecuada, su bistec puede ser tan jugoso y delicioso como recién salido de la sartén.
Recalentar en el horno
Una excelente manera de mantener un bistec jugoso es recalentarlo lentamente en el horno primero y luego terminar en la estufa. Precaliente su horno a 275 ° y coloque una rejilla para enfriar sobre una bandeja para hornear grande. Cocinar su bistec en una rejilla para enfriar permite que el aire caliente circule mejor alrededor del bistec y le dará un bistec calentado de manera más uniforme.
Coloque su filete sobre la rejilla para enfriar y caliéntelo en el horno hasta que la temperatura interna alcance los 110 °. Esto tomará entre 20 y 30 minutos, dependiendo del grosor de su bistec.
A continuación, calienta una cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Agregue su bistec y dore durante aproximadamente 1 minuto por cada lado. Esto debería calentar el bistec a unos 130 ° o medio crudo. Siga volteando su bistec si prefiere un bistec más cocido.
Recalentar en la estufa
Si prefieres saltarte el horno, puedes ir directamente a la estufa para recalentar. Este método es más rápido pero hace que cuides tu bistec más de cerca.
Caliente una cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Agregue el bistec y déle la vuelta cada minuto hasta alcanzar el punto de cocción deseado. Esto solo debe tomar de 2 a 3 minutos para el medio crudo.