Un perro desarrolla una catarata cuando el cristalino del ojo se nubla, lo cual es causado por cambios en el balance hídrico en el lente o cambios en las proteínas dentro de la lente. Cuando el cristalino se vuelve turbio, la luz no puede llegar a la retina y causa ceguera. Una catarata madura parece un disco blanco detrás del iris de su perro. La parte del ojo que normalmente se ve negra ahora se verá blanca.
Las cataratas no deben confundirse con la esclerosis nuclear, que es la nebulosidad causada por el endurecimiento del cristalino a medida que un perro envejece. Todos los animales experimentan este cambio con la edad. La buena noticia es que la luz aún puede atravesar y entrar en contacto con la retina, por lo que su perro aún puede ver si tiene esclerosis nuclear. (Es posible que ya no pueda leer el periódico, pero no tropezará con cosas). A menudo, la gente piensa que sus mascotas tienen cataratas cuando realmente tienen esclerosis nuclear.
Diagnóstico de cataratas caninas
Si le preocupa que su perro pueda tener cataratas, programe una cita con su veterinario. Su veterinario examinará a fondo los ojos de su perro. Mediante el uso de una luz brillante y una lupa, un veterinario puede detectar cataratas que recién se están formando o que son inmaduras y aún no han comenzado a afectar la vista de su perro. Su veterinario también podrá detectar otros problemas oculares, como uveítis anterior (inflamación) y glaucoma (aumento de la presión), que pueden ocurrir con las cataratas. Mediante análisis de sangre y controles de la presión arterial, buscará enfermedades sistémicas que puedan afectar la vista, como diabetes e hipertensión. En conjunto, los hallazgos del examen, los signos clínicos y los resultados de las pruebas le brindarán una visión general de la salud y la visión de su perro.
Las cataratas pueden desarrollarse muy lentamente o casi de la noche a la mañana. Probablemente no notará ningún cambio en su perro durante las primeras etapas, pero una vez que las cataratas estén maduras (bloqueando completamente la transmisión de luz a la retina), estará ciega. Puede chocar contra las paredes o los muebles, no estar seguro de las escaleras y tener problemas para encontrar sus comederos y bebederos. Sin embargo, los perros son muy adaptables y pronto aprenden a funcionar sin ver. De hecho, si las cataratas aparecen lentamente, es posible que ni siquiera notes que tu perro se ha quedado ciego.
Causas de cataratas en perros
Las cataratas son frecuentemente hereditarias. Los científicos han identificado mutaciones genéticas en varias razas de perros que aumentan el riesgo de cataratas. De hecho, se sabe que más de 100 razas de perros tienen alguna incidencia de cataratas hereditarias. Si su perro porta la mutación genética, tiene un mayor riesgo de desarrollar cataratas. Hay pruebas genéticas disponibles, pero tenga en cuenta que no todos los perros con la mutación desarrollarán cataratas, al igual que algunos sin la mutación.
La otra causa común de cataratas es la diabetes. Casi todos los perros diabéticos desarrollan cataratas dentro de un año del diagnóstico. Los niveles altos de azúcar en sangre cambian el equilibrio del agua en el cristalino y se forman cataratas. A menudo, las cataratas diabéticas aparecen muy rápidamente, y un perro pierde la vista uno o dos días después de tener algún problema. Retrasar o prevenir las cataratas diabéticas ha sido un tema de gran investigación veterinaria. Los antioxidantes orales pueden retrasar la formación, así que hable con su veterinario sobre lo que recomienda. Además, hay un nuevo y prometedor colirio en espera de la aprobación de la FDA que puede retrasar o prevenir la formación de cataratas diabéticas.
Tratamiento cataratas en perros con cirugía o medicación
Desafortunadamente, ningún colirio o píldora puede revertir los cambios en el cristalino. Afortunadamente, existe un tratamiento quirúrgico muy eficaz. Al igual que con las personas, los animales, incluidos perros, gatos, caballos e incluso peces de colores, pueden someterse a una cirugía de cataratas para eliminar el cristalino nublado y restaurar la vista. Un oftalmólogo veterinario puede determinar si su perro es un buen candidato. Sin embargo, la cirugía no es una buena opción para todos los perros. Ocasionalmente, un perro tendrá inflamación en los ojos, glaucoma o retinas dañadas, por lo que es poco probable que la cirugía tenga éxito.
Además, a veces un perro tendrá otra enfermedad (p. Ej., Enfermedad renal o cardíaca) eso es lo suficientemente malo como para hacer que la anestesia sea demasiado riesgosa. Si este es el caso, se pueden recetar gotas oftálmicas antiinflamatorias a largo plazo para ayudar a controlar la inflamación. Aunque estas gotas no tratan directamente las cataratas ni restauran la vista, pueden retrasar o prevenir el glaucoma inducido por el cristalino. El glaucoma inducido por el cristalino ocurre cuando las proteínas de la catarata se liberan en el ojo, lo que provoca una reacción inflamatoria que obstruye la salida de líquido. El exceso de líquido se acumula dentro del ojo, lo que aumenta la presión, lo cual es muy doloroso. Se pueden usar otras gotas para los ojos para ayudar a controlar el glaucoma, pero esta enfermedad es difícil de controlar con el tiempo.
En resumen: programe una cita con su veterinario si le preocupan las cataratas en su perro. Si los tiene, puede discutir las opciones con su veterinario.Si la cirugía es una opción, tenerla antes minimiza la dificultad y los riesgos. Incluso si la cirugía no es una opción, darle a su perro los medicamentos adecuados ayudará a minimizar las complicaciones asociadas. Y no se desespere si su perro no puede ser ayudado con la cirugía. Es posible que necesite un poco más de orientación, pero aún puede vivir una vida rica y maravillosa.