Las células y los tejidos de todo el cuerpo utilizan oxígeno como combustible. Este oxígeno es administrado por glóbulos rojos.
La anemia ocurre cuando un paciente tiene un recuento bajo de glóbulos rojos. Debido a que el cuerpo no obtiene todo el oxígeno que necesita, el paciente se siente débil y fatigado. Otros síntomas incluyen
- una tez pálida
- dificultad para respirar
- dolor de pecho y dolores de cabeza.
Doctores diagnosticar la anemia evaluando a un paciente para detectar estos síntomas junto con análisis de sangre.
¿Qué causa la anemia en los pacientes con cáncer?
La anemia es una afección común de los pacientes con cáncer. Esto se debe a que los cánceres causan inflamación que disminuye la producción de glóbulos rojos. Además, muchas quimioterapias son mielosupresoras, lo que significa que ralentizan la producción de nuevas células sanguíneas por la médula ósea.
En otros casos, la anemia es causada por una enfermedad renal. Los riñones producen una hormona que estimula a la médula ósea a producir glóbulos rojos. Si un paciente tiene cáncer de riñón o si el riñón se ve afectado por el tratamiento del cáncer, podría desarrollar anemia.
La anemia también puede ser causada por la pérdida de células sanguíneas debido a una hemorragia.
¿Cómo se trata la anemia?
Independientemente de la causa, existen dos tratamientos principales para la anemia.
Los pacientes pueden recibir una transfusión de sangre para aumentar el recuento de glóbulos rojos. Esto se hace solo cuando sea necesario.
Alternativa o adicionalmente, los pacientes pueden recibir medicamentos llamados agentes estimulantes de la eritropoyesis. Estos estimulan la producción de glóbulos rojos del cuerpo. Estos medicamentos solo se administran a pacientes que reciben quimioterapia cuyo objetivo es prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida, no curar la enfermedad. Además, estos pacientes deben ser programados para al menos dos rondas más de esta quimioterapia.